A perfect balance of exhilarating flexiblity and the effortless simplicity of the Code Supply Co. WordPress themes.

Noticias Reales
Search Menu
Search

“¿Visitas de cortesía o visitas de control?”

No es turismo político: es la central viniendo a revisar si en Baja California aún hay gobernadora o si ya le empacaron las maletas.

En Morena no existen las coincidencias, que la Dra. Claudia Sheinbaum programe una visita a Baja California y casi de inmediato, se anuncie la llegada de Luisa María Alcalde a Tijuana, no es una simple casualidad en la agenda. Llama la atención que, de pronto, el poder central se acuerde de este rincón del país con tanta insistencia, no, no vienen a probar la birria ni a tomarse la foto en el muro fronterizo; vienen porque algo se mueve bajo la superficie.

El discurso oficial habla de “unidad” y de fortalecer estructuras rumbo a 2027, como si se tratara de un seminario motivacional con militantes disciplinados y aplausos programados, pero más bien parece un operativo político disfrazado de gira. Sheinbaum vendrá a marcar línea, a dejar claras las instrucciones y la dirigente nacional de Morena llega justo después, casi como supervisora, para asegurarse de que nadie se atreva a improvisar.

También cabe la sospecha de que su presencia busque amortiguar lo que pueda desencadenar la visita presidencial, porque una cosa es lo que se promete en un mitin y otra la realidad que enfrenta un estado con claroscuros: una violencia que no cede, municipios hundidos en deudas, obras inconclusas y un gabinete que no termina de afianzarse. En ese contexto, la visita doble adquiere un aire de “control de daños”.

Claro, aparece la pregunta incómoda que muchos repiten en voz baja: ¿será que ahora sí se va la gobernadora? Los rumores sobre la salida de Marina del Pilar no son nuevos y la llegada casi simultánea de dos figuras de primer nivel abre la puerta a todo tipo de interpretaciones. No sería la primera vez que desde el centro se decida un cambio brusco para asegurar disciplina.

Al final, lo que queda es la sensación de que Baja California está bajo observación directa, definitivamente no es un reconocimiento, sino un recordatorio: el poder central vigila, revisa, acomoda piezas y manda emisarios para que el tablero no se desordene y mientras tanto, la ciudadanía seguirá viendo el desfile de discursos y fotografías, sin que nadie responda a la verdadera pregunta: ¿qué viene después?

Total
0
Shares
Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *