El choque político en Baja California escaló este fin de semana tras la visita de la presidenta Claudia Sheinbaum a Mexicali, la presidenta estatal del PAN, Lizbeth Mata Lozano, criticó duramente el acto presidencial calificándolo de “propaganda sin soluciones” y de inmediato, recibió la respuesta del diputado morenista Armando Samaniego, quien salió en defensa del gobierno federal.
Samaniego presumió obras como el viaducto elevado en Tijuana, la planta de tratamiento de San Antonio de los Buenos, programas de bacheo y la reducción de la pobreza en la entidad. Además, acusó a Mata Lozano de “no ver la realidad desde Roma”, en referencia a un supuesto viaje personal de la dirigente panista.
La respuesta de Liz Mata no se hizo esperar y elevó el tono del debate con un reto directo:
“Lo confirmo, nada que informar. TE RETO a ir juntos y debatir afuera de los hospitales donde no hay medicamentos, ni citas, ni especialistas, la peor crisis de salud en Baja California y ahí mismo les explicas a la gente la disminución en salud en el presupuesto federal que a ti te tocará aprobar. Pon día y hora, estoy lista.”
El intercambio encendió las redes, pero pronto la polémica se cargó hacia un solo lado: Samaniego eliminó la mayoría de los comentarios de usuarios en su publicación, dejando únicamente sus propias respuestas visibles. Una jugada que muchos interpretaron como un intento de controlar la conversación en vez de enfrentar la crítica ciudadana.
La confrontación expone un terreno que Morena ha intentado esquivar: la crisis en el sistema de salud estatal, donde la falta de medicamentos, especialistas y citas médicas es una queja recurrente. Liz Mata encontró en ese vacío la estocada para devolver el golpe y obligar a Samaniego a salir de la comodidad del discurso oficial.
Por ahora, la pelota está en la cancha del diputado morenista: aceptar el reto de debatir cara a cara con la gente afuera de los hospitales, o confirmar que el debate con la realidad es el que su partido prefiere evitar.