Ciudad de México – A un año y cuatro días de haberse convertido en la primera presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo entregó su Primer Informe de Gobierno desde el Zócalo capitalino, buscando proyectar continuidad, resultados y legitimidad.
Salió del Palacio Nacional y recorrió las calles saludando ciudadanos antes de subir al templete, donde fue recibida por su gabinete, aunque destacaron las ausencias del secretario de Seguridad, Omar García Harfuch y del secretario de Economía, Marcelo Ebrard, Clara Brugada fungió como enlace con la ciudadanía en el acto, recibiendo a Sheinbaum con palabras de bienvenida.
En su discurso, la presidenta aseveró que el país va por “el camino correcto”, cimentado en justicia, dignidad y soberanía, reconoció logros heredados del gobierno de López Obrador y criticó los administraciones pasadas por priorizar “el dinero y el mercado por encima del bien común”.
Entre los avances que presumió están disminuciones en delitos de alto impacto en la capital (60 %) y homicidios (40 %), mayor percepción de seguridad entre mujeres, inversión en infraestructura, obras en transporte, programas sociales, rescate de Pemex y CFE, reformas legales y obras nacionales de gran envergadura.
Sheinbaum planteó que no le rinde cuentas a intereses privados, sino a la ciudadanía y convocó a mantener el impulso del movimiento político que representa.
Queda en el aire si esos resultados serán suficientes para consolidar su mandato. Las ausencias en su gabinete, las críticas cruzadas, los retos económicos y sociales en el país pondrán a prueba lo que estas cifras representan realmente: ¿avances sustanciales, narrativa política o una mezcla de ambos?