Tijuana, B.C., 30 de octubre de 2025. —
TIJUANA .B.C..-Mientras una buena parte de la clase política mexicana anda revisando el pasaporte y mirando con recelo las noticias sobre las revocaciones de visas por parte del gobierno de Estados Unidos, el alcalde de Tijuana, Ismael Burgueño Ruiz, puede presumir que el suyo sigue vigente.
El edil morenista publicó en sus redes sociales una serie de fotografías desde Washington, D.C., donde aseguró participar como invitado especial en la Reunión Anual del Consejo Directivo de la Cámara de Comercio México–Estados Unidos, un evento que reúne a funcionarios, empresarios y representantes binacionales.
“Me encuentro en Washington, D.C., como invitado en la Reunión Anual del Consejo Directivo de la Cámara de Comercio México–Estados Unidos”, escribió Burgueño. “Tuve la oportunidad de destacar el potencial de nuestra ciudad, su fuerza industrial, su crecimiento y el papel tan importante que desempeña en la economía de América del Norte”.
El alcalde no perdió la oportunidad de mencionar a la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, asegurando que su administración “ha recibido total respaldo de la política pública federal”, lo que —según él— ha permitido reducir los índices delictivos y fortalecer la confianza ciudadana en Tijuana.
Más allá del discurso diplomático, el viaje de Burgueño tiene una lectura política inevitable: su pasaporte y su visa están en regla, algo que, en el contexto actual, casi se puede considerar un logro y es que, tras las recientes revelaciones de Reuters, se sabe que al menos 50 políticos mexicanos, la mayoría de Morena, han visto revocados sus permisos para ingresar a Estados Unidos por presuntos vínculos o investigaciones relacionadas con el crimen organizado.
En ese panorama, el alcalde tijuanense aparece como uno de los pocos que aún pueden cruzar la frontera sin problemas. Algunos usuarios en redes sociales no tardaron en comentar con humor: “Parece que la presidenta Sheinbaum ya encontró a quién mandar en su representación al norte”.
El viaje de Burgueño, más allá de los temas económicos, también se interpreta como una jugada de posicionamiento personal: mostrarse como funcionario confiable, con buena relación internacional y sin señalamientos en su contra.
Por lo pronto, mientras algunos de sus compañeros de partido revisan si todavía pueden volar a Texas, Burgueño ya presume fotos en Washington. Y eso, políticamente hablando, ya dice bastante.
