Tijuana, B.C.. — Con profunda tristeza y gratitud, cientos de fieles se dieron cita este jueves en la Sede Metropolitana de Tijuana, en la Catedral de Santa María de Guadalupe, para despedir al arzobispo Francisco Moreno Barrón, quien falleció el pasado domingo a los 69 años, víctima de cáncer pulmonar.
Desde el mediodía, largas filas comenzaron a formarse en los alrededores del recinto religioso, donde el féretro del prelado fue colocado en el altar principal, rodeado de flores blancas y veladoras.
El ambiente estuvo marcado por el silencio, la oración y los cánticos litúrgicos, en una ceremonia que más que de despedida, fue un homenaje al legado espiritual de quien fuera considerado un pastor cercano, sensible y profundamente humano.
“Venimos a acompañar a Monseñor Francisco. Fue muy humano, muy cercano a la gente. Fue un tío amoroso, que siempre estuvo al pendiente y cercano a nosotros”, expresó José Moreno, sobrino del arzobispo, quien viajó desde Guanajuato para participar en la velación.
Entre los asistentes también se encontraba María Concepción Vargas, feligresa de la Catedral, quien no pudo contener las lágrimas al recordar sus enseñanzas:
“Lo recuerdo con mucho amor. Lo voy a extrañar. Lo quise muchísimo. Y por eso estoy ahora aquí, despidiéndome de él. Todo el tiempo nos daba indicaciones en la misa, nos enseñaba el verdadero sentido de la fe, incluso en gestos como el saludo de la paz”.
Durante la jornada, sacerdotes y diáconos de distintas parroquias de la Arquidiócesis de Tijuana se turnaron para dirigir rezos y cantos, mientras la comunidad católica rendía homenaje con flores, imágenes y mensajes de agradecimiento.
El cuerpo de Francisco Moreno Barrón permanecerá en velación hasta las 6:00 p.m. de este jueves. Posteriormente, este viernes se celebrará una Misa Solemne de Exequias, tras la cual sus restos serán depositados en la Capilla de Cristo Resucitado de la misma Catedral, donde descansará de manera definitiva.
