Una madre de familia denunció un presunto acto de discriminación y maltrato hacia su hija Samara, una niña de seis años con autismo, por parte de una médica adscrita a la Clínica 33 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), ubicada en la colonia El Soler, en Tijuana.
De acuerdo con el testimonio de Belén Romo, la situación ocurrió durante una consulta médica cuando la doctora le pidió que retirara a su hija del consultorio debido a que estaba inquieta. La madre señaló que la menor no mostró comportamientos agresivos, pero la profesional de salud le colocó una mano en el rostro, gesto que calificó como inapropiado y humillante.
“Le dije que mi hija es autista y le mostré el gafete que la acredita, pero me contestó con un ‘sí, ya sé’. Eso me dolió porque demuestra que sabía quién era mi hija y aun así la trató así”, relató Romo.
La denunciante explicó que acudió a la clínica por motivos personales de salud —relacionados con su control de diabetes— y para solicitar información sobre el historial clínico de su hija, quien recientemente fue dada de alta en el sistema del IMSS.
El caso fue respaldado por Angélica Sebastián Arriaga, directora de la asociación Familias Unidas por el Autismo, quien lamentó que este tipo de situaciones sigan ocurriendo en instituciones públicas. Señaló que el hecho evidencia una falta de sensibilización y capacitación del personal médico sobre cómo tratar a personas con discapacidad.
“No buscamos confrontaciones, buscamos empatía. El sistema de salud debe prepararse para atender a todas las personas, no excluirlas”, expresó la activista.
Tras la manifestación pacífica frente a la clínica, el director del hospital, Óscar González, salió a atender personalmente a la madre y a representantes de la asociación. Confirmó que el IMSS abrió una investigación interna y que el área jurídica será la encargada de determinar las posibles sanciones.
González aseguró que el instituto mantiene programas de capacitación en trato digno y atención emocional al paciente, y que la institución no es insensible ante casos de discriminación.
Por su parte, Belén Romo manifestó que esperará los resultados de la investigación, aunque enfatizó que su objetivo no es castigar, sino generar conciencia.
“Solo quiero que la doctora y todo el personal reciban capacitación, que aprendan a tratar con respeto y empatía a las personas con autismo. No quiero que otra familia pase por esto”, expresó.
Visiblemente afectada, la madre añadió que cada día se prepara emocionalmente para enfrentar la mirada y el juicio de los demás.
“Quizás mi hija no lo note, pero yo sí y duele”, concluyó.
La madre acusa a una doctora de maltrato hacia su hija de seis años durante una consulta; la institución ya inició una investigación interna y promete sanciones si procede.

