Michoacan.- La Fiscalía General del Estado de Michoacán informó la detención de seis escoltas municipales que acompañaban al alcalde de Uruapan, Carlos Manzo Rodríguez, el pasado 1 de noviembre, cuando fue asesinado a balazos por un adolescente de 17 años. Las autoridades señalaron que existen diversas inconsistencias en las versiones del personal de seguridad, por lo que serán investigados por su posible participación, omisión o encubrimiento en los hechos.
De acuerdo con la información oficial, el presidente municipal fue atacado afuera de su propio domicilio por un menor que logró acercarse sin ser detectado por los elementos encargados de su custodia, a pesar de que el alcalde contaba con un esquema reforzado de seguridad debido a amenazas previas. Luego del ataque, el agresor fue abatido por los mismos escoltas, lo que abrió líneas de investigación relacionadas con el uso de la fuerza y el posible intento de eliminar evidencia clave.
La Fiscalía indicó que los seis agentes municipales fueron presentados ante el Ministerio Público para determinar su grado de responsabilidad, ya sea por negligencia, omisiones graves en el cumplimiento de su deber o posibles vínculos con grupos criminales. Hasta el momento no se ha informado si alguno de ellos enfrenta cargos directos por homicidio, pero permanecen bajo investigación.
La muerte de Carlos Manzo desató indignación social y provocó movilizaciones que exigieron seguridad y justicia. El caso adquirió mayor fuerza luego de que el gobierno federal anunciara el despliegue de más de mil 900 elementos del Ejército y Guardia Nacional dentro del Plan Michoacán por la Paz y la Justicia, con especial énfasis en Uruapan y Apatzingán, considerados focos rojos de violencia vinculada a disputas entre el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y Los Caballeros Templarios.
Familiares, compañeros de gabinete y líderes comunitarios han pedido que la investigación llegue “hasta las últimas consecuencias”, pues consideran que la forma en que ocurrió el ataque revela un posible acto premeditado, una filtración de información o fallas graves dentro del equipo de seguridad del alcalde.
La Fiscalía adelantó que continuará revisando cámaras, comunicaciones y reportes de los agentes detenidos, así como la procedencia del arma utilizada por el agresor. El caso sigue su curso mientras Uruapan permanece bajo vigilancia reforzada.
