CDMX.- Mientras en el Poder Judicial aseguran que “ya no hay ni para comprar hojas”, en el Congreso los diputados federales se preparan para un fin de año lleno de generosidad… con dinero público, claro.
De acuerdo con documentos oficiales del Proyecto de Presupuesto de Egresos 2026, los legisladores federales se autorizarán un aumento salarial y mayores prestaciones para el próximo año, bajo el argumento de “ajustes inflacionarios”.
En números concretos, los diputados que actualmente ganan alrededor de 1 millón 200 mil pesos anuales, pasarán a recibir más de 1 millón 300 mil pesos, es decir, un aumento de 113 mil pesos al año.
Eso no es todo. El proyecto también contempla un incremento de 7 mil pesos en el aguinaldo, que pasará de 140 mil a 147 mil pesos, además de un pequeño “colchón” de 3 mil pesos extra en el rubro de “otras prestaciones”.
¿La justificación? Que ese dinero adicional servirá para cubrir el ISR que se les retiene por el aumento de aguinaldo, para que, al final, “les quede igual”. En otras palabras, el Congreso decidió subsidiar el impuesto de su propio aguinaldo con recursos públicos.
Mientras tanto, millones de trabajadores mexicanos recibirán aguinaldos de apenas unos cuantos miles de pesos, en un país donde el salario mínimo apenas supera los 7 mil pesos mensuales.
A pesar del evidente incremento, el senador Ricardo Monreal insistió en que “no habrá aumento salarial” para los legisladores, asegurando que sólo se trata de un “ajuste administrativo”. Sin embargo, los documentos oficiales del presupuesto contradicen su versión: los montos son claros, y los números no mienten.
En redes sociales, las críticas no se hicieron esperar. Usuarios recordaron que los diputados federales suelen ausentarse de las sesiones, votar sin leer los dictámenes y justificar su sueldo con frases como “trabajamos por el pueblo”.
El contraste resulta insultante: mientras el gobierno federal pide “austeridad republicana” y recorta fondos a universidades, hospitales y tribunales, los legisladores se autorregalan aumentos y prestaciones doradas.
Como resumió un internauta:
“El pueblo aprieta el cinturón… y los diputados se compran uno nuevo de piel fina.”
Porque en México, cuando se trata de recortes, los únicos intocables siguen siendo ellos: los que mandan, los que cobran y los que nunca pierden.

