Tijuana B.C..- La Fundación Binacional Tijuana sin Hambre llevó a cabo este jueves una jornada solidaria en la Zona Norte de la ciudad, donde repartió 400 platos de comida caliente a personas en situación de vulnerabilidad, en el marco del Día de Acción de Gracias. La iniciativa reunió a más de 20 restaurantes, chefs, voluntarios y colaboradores que, de manera coordinada, ofrecieron alimentos a quienes enfrentan condiciones de calle, migración o pobreza extrema.
El punto de encuentro fue el Parque El Mapa, donde desde las 3 de la tarde comenzaron a instalarse mesas, carpas y estaciones de servicio para recibir a las personas que dependen día a día de la asistencia comunitaria. Con organización y un ambiente de cercanía, los voluntarios entregaron platillos preparados especialmente para la ocasión, acompañados de bebidas y palabras de ánimo.
Entre quienes recibieron apoyo se encontraba María Luisa Pérez, migrante deportada que expresó su profundo agradecimiento hacia la fundación y los restaurantes participantes. “Quiero agradecer mucho a la Fundación y a todos los servidores que están aquí dándonos amor y estos sagrados alimentos”, declaró conmovida por el gesto solidario.
Maru Rique, fundadora de Tijuana sin Hambre, destacó que la labor que realizan va más allá de cubrir una necesidad alimentaria. “Estamos sirviendo un plato de amor y esperanza a personas en situación de calle en este Día de Acción de Gracias”, afirmó. Recordó que la fundación trabaja de manera constante para atender a poblaciones vulnerables en ambos lados de la frontera, especialmente aquellas que han sido desplazadas o viven sin acceso a servicios básicos.
El sector gastronómico de la ciudad tuvo una participación clave. El chef Javier Caro, del Grupo Justina, subrayó que la colaboración con la fundación es parte de un compromiso social permanente. “Siempre para mí es un placer darle mi tiempo a la comunidad, y más que nada a la Fundación”, expresó, destacando que el involucramiento de chefs y restaurantes demuestra que la industria culinaria también puede transformar vidas.
La jornada concluyó entre agradecimientos y sonrisas, reafirmando el papel fundamental que juegan las organizaciones civiles y la comunidad gastronómica en la atención de las necesidades humanitarias más urgentes de Tijuana. Estas acciones, señalaron los organizadores, buscan no solo alimentar cuerpos sino también dignificar y acompañar a quienes más lo necesitan.

