Tijuana, B.C. — Lo que comenzó como una jornada laboral común en las oficinas de la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Tijuana (CESPT) terminó en un acto de protesta y solidaridad entre trabajadores, luego de que se diera a conocer el intento de despido injustificado del ingeniero Francisco Zavala, quien cuenta con más de 34 años de servicioen la paraestatal.
Zavala, coordinador del área de agua potable, denunció haber sido víctima de hostigamiento laboral y señaló directamente al área de Recursos Humanos, encabezada por Lisset Avi Barra, de querer fabricarle un caso de acoso con base en hechos falsos.
“Todo empezó porque un trabajador dijo que no le pagaba horas extra, cuando sí se le pagaron 60 horas ese mes. A partir de eso, Recursos Humanos empezó a buscar la forma de correrme”, explicó Zavala ante medios locales.
Durante la transmisión en vivo realizada por el medio Blanco y Negro Noticias, se observó la presencia de más de 80 empleados que acudieron a las instalaciones en apoyo al ingeniero, denunciando un clima de represalias y abuso administrativo dentro de la institución.
El abogado laboralista y presidente del Colegio de Abogados Laboralistas de Baja California, quien representa al trabajador, denunció que este tipo de casos se repite en al menos 273 empleados no sindicalizados de la CESPT, a quienes —según dijo— se les aplican reglamentos de forma discrecional y se les niegan derechos básicos.
“A los trabajadores de confianza los hostigan, les inventan faltas y los obligan a firmar actas administrativas que muchas veces son falsas. Cuando se niegan, los amenazan con despidos”, acusó el abogado, quien incluso fue expulsado del edificio por guardias armados al intentar acompañar a su cliente en la comparecencia.
Zavala relató que fue citado por Recursos Humanos para recibir un acta administrativa, pero al negarse a firmarla sin su abogado presente, fue sacado de las oficinas por personal de seguridad privada.
“No firmé porque no estoy de acuerdo con lo que dicen. En 34 años de servicio nunca he tenido un problema laboral. Solo quiero seguir haciendo mi trabajo”, declaró el ingeniero.
Los trabajadores que se manifestaron en su defensa exigieron una reunión urgente con el director general de la CESPT para detener los actos de hostigamiento y despidos arbitrarios que, aseguran, se han vuelto comunes en los últimos meses.
“Estamos aquí por solidaridad. Hoy es él, mañana podemos ser cualquiera de nosotros”, expresó una empleada con más de dos décadas en la institución.
Mientras tanto, el caso de Francisco Zavala sigue resonando entre los empleados, quienes consideran que su intento de despido refleja la falta de justicia y el autoritarismo que imperan en la paraestatal encargada de administrar el agua en Tijuana.

