En México, pocas celebraciones poseen tanta fuerza simbólica y tanta belleza cultural como el Día de Muertos. Entre altares de flores de cempasúchil, velas encendidas y música que acompaña el recuerdo, surge una figura emblemática que se ha convertido en patrimonio de nuestra identidad: la Catrina. Este personaje, elegante y colorido, es más que un disfraz; es una expresión viva de cómo los mexicanos honramos la memoria con alegría, respeto y arte.
En este contexto, resulta motivo de gratitud reconocer que existen empresas que, con responsabilidad y compromiso social, se suman a preservar y difundir nuestras tradiciones. Un ejemplo de ello es el evento “Noche de Catrinas”, organizado para celebrar en comunidad con cena buffet, música en vivo para bailar, ballet folclórico y por supuesto, un concurso que premia la creatividad de quienes mantienen vigente esta figura tan representativa de nuestra cultura.
El próximo sábado 1 de noviembre, a partir de las 6:00 pm, familias y visitantes tendrán la oportunidad de reunirse en un ambiente festivo que enaltece nuestras raíces. Con cada detalle, desde la gastronomía hasta las presentaciones artísticas, se busca crear una experiencia que une generaciones y recuerda la riqueza cultural que compartimos como nación.
El esfuerzo de empresas como Resorts Beach Hotel & Spa es digno de resaltarse, pues demuestra que la preservación de las tradiciones no es solo responsabilidad de las instituciones educativas o culturales, sino también de la iniciativa privada, que al abrir sus puertas para este tipo de encuentros, fortalece la cohesión social y fomenta el orgullo de ser mexicanos.
La Catrina, con su elegancia singular, es un espejo de nuestra identidad: refleja el equilibrio entre la vida y la muerte, entre el recuerdo y la esperanza. Y cuando estas expresiones se celebran en espacios colectivos, se convierten en un puente entre el pasado y el presente, entre lo local y lo universal.
Como mexicanos, agradecemos profundamente que aún existan empresas responsables que cultiven y promuevan las tradiciones que nos dan sentido y pertenencia. Gracias a ello, la “Noche de Catrinas” no es solo una velada de fiesta, sino una afirmación luminosa de nuestra cultura y un recordatorio de que nuestras raíces siguen vivas, floreciendo en cada rincón del país.