Tijuana, B.C.. — Dirigentes del Partido Acción Nacional (PAN) en Tijuana calificaron como una “simulación” el Foro de la Reforma Electoral realizado este miércoles en el Centro Estatal de las Artes (CEART), encabezado por la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, y la gobernadora Marina del Pilar Ávila Olmeda.
La presidenta del Comité Directivo Municipal del PAN, Myrna González Medina, aseguró que el encuentro “se pareció más a una asamblea de Morena que a un foro abierto y plural”, pese a que fue presentado como un espacio ciudadano para debatir sobre la iniciativa de Reforma Electoral promovida por el Gobierno Federal.
“En lugar de escuchar voces diversas, fue un desfile de funcionarios de la Cuarta Transformación, gobernadores y alcaldes que se limitaron a aplaudir la línea del Ejecutivo Federal”, señaló González Medina.
La dirigente panista también cuestionó el proceso de registro, el cual debía realizarse en línea y estaba sujeto a la aprobación de los organizadores, lo que —dijo— impidió la participación de grupos opositores o colegios profesionales interesados en aportar propuestas técnicas.
“Lo que vimos fue una simulación más, igual que en otros estados. Un foro que nació cerrado, donde se excluyó a voces críticas y se convirtió en una asamblea del oficialismo”, expresó.
Por su parte, el secretario general del PAN en Tijuana, Hassan Martín Franco Ruiz, quien también fungió como presidente de la Federación Estatal de Colegios, Barras y Asociaciones de Baja California, coincidió en que el ejercicio fue una “puesta en escena” sin apertura real al diálogo.
“Esto es muy similar a lo que vivimos con la reforma al Poder Judicial: una simulación. Ya tomaron la decisión y solo quieren hacer creer a la ciudadanía que nos van a escuchar. No permiten que se les cuestione ni que se aporten datos distintos”, dijo Franco Ruiz.
El dirigente acusó al Gobierno Federal de impulsar una nueva “embestida del oficialismo” y afirmó que la administración de la presidenta Claudia Sheinbaum sigue la misma línea de centralización y control político.
“Se niegan a escuchar voces distintas a las que les ordenan desde Palacio Nacional. Siguen creyendo que son dueños del pensamiento y del sentir general de los mexicanos”, subrayó.
