Enrique Díaz Pérez presentó su renuncia como director de Administración Urbana (DAU) del Ayuntamiento de Tijuana, en medio de protestas vecinales, cuestionamientos ciudadanos y rumores sobre presiones políticas. Oficialmente, su salida fue atribuida a “asuntos personales”, aunque las circunstancias dejan más dudas que certezas.
Durante su gestión, Díaz Pérez enfrentó reclamos de vecinos de colonias como Sánchez Taboada, donde se registraron constantes derrames de aguas negras, si bien la responsabilidad recae principalmente en la CESPT, la autorización de permisos y trámites dependía de la DAU, lo que generó inconformidad por la falta de respuesta oportuna, la presión de los residentes, que llegaron a manifestarse públicamente, evidenció las fallas de coordinación en el gobierno municipal.
Al mismo tiempo, trascendió que Díaz Pérez habría sido recomendado por Candelario Arceaga, alias “El Cande”, personaje señalado por autoridades estadounidenses por presuntos vínculos con el crimen organizado, esta versión alimentó la polémica sobre la forma en que se integró el gabinete del alcalde Ismael Burgueño, cuestionado desde el inicio por permitir la imposición de funcionarios de dudosa reputación.
En este contexto aplica el dicho popular: “piensa mal y acertarás”, con tantos funcionarios relacionados con el crimen organizado o mencionados en investigaciones extranjeras, resulta difícil creer que la renuncia se deba únicamente a motivos personales o de salud, la sospecha pública gira en torno a posibles malos manejos, señalamientos por su desempeño, relaciones criminales o una combinación de todas las anteriores. Lo único claro es que Díaz Pérez ya no seguirá en el cargo y eso para muchos, es una buena noticia.
La renuncia se suma a la lista de los muchos cambios dentro del gabinete municipal que reflejan inestabilidad y una administración marcada por la falta de rumbo. Para el alcalde Burgueño, la salida de Díaz Pérez representa otro golpe a su credibilidad, pues confirma la percepción de incapacidad para gobernar con autonomía y sostener un equipo confiable.
Por ahora, no se ha anunciado quién sustituirá a Díaz Pérez al frente de la DAU, aunque el reto inmediato será recuperar la confianza ciudadana y dar certeza sobre el rumbo de la administración urbana en una ciudad que enfrenta serios problemas de desarrollo y servicios.