Playas de Rosarito, B.C..- Rosarito comenzó a transformarse con color. En un esfuerzo colectivo que une a empresas, artistas y comunidad, se realizó la primera intervención mural en el puente que conecta a las colonias Reforma y Lucio Blanco, uno de los cruces peatonales y vehiculares más transitados del municipio. La colaboración entre Comex, el artista internacional Enrique Chiu, creadores locales y personal del Ayuntamiento marca el inicio de un ambicioso circuito artístico que contempla intervenir 11 puentes con obras que reflejen la historia y el espíritu de la ciudad.
La propuesta nace de un principio rector: el arte pertenece a la gente. Cada mural será una oportunidad para recuperar espacios públicos, fortalecer la convivencia comunitaria y convertir zonas olvidadas en puntos de identidad y orgullo local. Enrique Chiu, embajador de marca y líder del proyecto, explicó que esta idea se venía gestando desde hace tiempo, pero ahora cobra fuerza con un propósito claro. “Llevábamos tiempo pensando en este proyecto con Comex, pero hoy lo realizamos con un propósito más fuerte: pintar murales únicos, con identidad, hechos en equipo con la gente. Queremos que cada puente cuente una historia de Rosarito”, dijo.
El primer mural rinde homenaje a la memoria agrícola de la zona conocida como la Tomatera, un territorio que durante décadas fue fundamental para la economía local gracias al cultivo de tomate y la crianza de animales. La obra destaca la presencia de vacas y elementos rurales que evocan la vida campestre, recordando a quienes formaron parte de esa etapa en la evolución de Rosarito. Este puente, que nunca había recibido una intervención artística, se convierte ahora en un símbolo visual de arraigo y transformación.
La jornada creativa reunió a artistas locales como Rubén Arellano, Ivonne Sarraf, Bernardo Jaramillo, Casavantes, Ulises TJ y Emma, quienes aportaron su estilo y talento para dar vida al mural. A ellos se sumaron vecinas, vecinos y jóvenes voluntarios que participaron activamente en la pintura, demostrando que el arte público también es una herramienta de unión social.
El proyecto contó además con el respaldo de IMJUVER, ZOFEMAT, Servicios Urbanos, Bienestar, la Lic. Mary Ahumada de Comex y el equipo del DIF Municipal, quienes colaboraron en logística, limpieza, materiales y acompañamiento comunitario.
Con este primer puente, Rosarito da el paso inicial hacia un corredor artístico que buscará transformar no solo el entorno urbano, sino también la manera en que sus habitantes se reconocen en su propia historia y tradiciones.
