CDMX.– La empresa Samsung Electronics analiza la posibilidad de reubicar sus operaciones fuera de México tras un litigio con el Servicio de Administración Tributaria (SAT) por más de 300 mil millones de pesos, derivados de presuntas irregularidades fiscales en el programa IMMEX, que otorga beneficios a empresas exportadoras.
El caso, actualmente en revisión por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), mantiene en alerta tanto a la compañía surcoreana como a cientos de industrias que operan bajo este mismo esquema. Un fallo favorable al SAT podría derivar en la salida de Samsung del país, lo que representaría un golpe significativo para la economía mexicana.
La empresa es una de las principales generadoras de empleo en la industria manufacturera de exportación. En México, Samsung cuenta con plantas en Tijuana, donde fabrica pantallas y equipos electrónicos y en Querétaro, donde produce línea blanca. De acuerdo con estimaciones del sector, la salida de la compañía implicaría la pérdida de entre 5 mil y 8 mil empleos directos, además de decenas de miles de empleos indirectos vinculados a su cadena de suministros y proveedores.
El impacto no se limitaría al ámbito laboral. La industria IMMEX, bajo la cual operan más de 3.2 millones de trabajadores en México, podría enfrentar un efecto dominó si otras compañías perciben inseguridad jurídica o fiscal tras la resolución del caso.
Expertos advierten que una decisión adversa a Samsung enviaría un mensaje negativo a la inversión extranjera directa (IED), en un momento clave en el que México busca consolidarse como destino del nearshoring. Además, la salida de la tecnológica afectaría las exportaciones del sector electrónico, uno de los más dinámicos del norte del país.
Mientras la SCJN define el fallo, Samsung mantiene sus operaciones activas, aunque ya evalúa escenarios alternativos en otros países del continente, como Brasil, Colombia o Estados Unidos, para garantizar la continuidad de su producción.
El SAT, por su parte, sostiene que la empresa habría incumplido obligaciones fiscales relacionadas con el régimen de importaciones temporales, lo que derivó en el cobro de la millonaria deuda.
Si Samsung abandona México, la pérdida no solo sería económica, sino también simbólica, al afectar la reputación del país como socio confiable para las grandes multinacionales que hoy impulsan el crecimiento industrial y tecnológico.
