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“Tijuana Saludable”: el nuevo parche de un sistema enfermo

Cuando el gobierno dice que todo está bien… pero el Ayuntamiento sale a curar la mentira.

Tijuana, B.C. — Mientras el gobierno federal insiste, con cifras maquilladas y discursos triunfalistas, en que el sistema de salud mexicano “ya está cubierto en todos sus aspectos”, el Ayuntamiento de Tijuana acaba de lanzar un programa que, sin decirlo abiertamente, admite lo contrario.

Se trata de la tarjeta “Tijuana Saludable”, un proyecto municipal que promete consultas médicas ilimitadas, medicamentos del cuadro básico, procedimientos dentales, exámenes de la vista y lentes gratuitos para los ciudadanos que se registren en sus delegaciones.

La propuesta, presentada con entusiasmo por el alcalde Ismael Burgueño Ruiz, llega como un intento de cubrir los huecos que el sistema federal ha dejado abiertos. Sin embargo, también abre una pregunta más incómoda: ¿por qué un Ayuntamiento debe asumir funciones que no le corresponden?

El presupuesto municipal tiene prioridades claras: seguridad, alumbrado público, pavimentación, recolección de basura, semaforizacion y mantenimiento urbano. Pero, mientras las calles siguen llenas de baches, las colonias a oscuras y la delincuencia desbordada, el gobierno local decide invertir en un servicio médico paralelo, que podría no tener ni sustento financiero ni competencia legal.

Más allá de la buena intención, el mensaje político es devastador: si un municipio tiene que crear su propio sistema de salud, es porque el estatal y el federal han fracasado.

El gobierno de Claudia Sheinbaum y sus funcionarios han repetido hasta el cansancio que ya hay medicinas, doctores y atención suficiente en hospitales públicos. Pero la realidad, la que se vive todos los días en los pasillos del IMSS, del ISSSTE o de los hospitales generales, desmiente esa narrativa.

Los tijuanenses no necesitan discursos sobre “transformación”, necesitan medicinas reales, atención oportuna y servicios públicos que funcionen. En lugar de improvisar programas que rebasan sus facultades, el Ayuntamiento debería enfocarse en cumplir las funciones básicas para las que fue elegido.

Porque en esta ciudad, donde los hospitales se saturan, los semáforos no funcionan y los muertos diarios, lo último que necesitamos son más promesas…

Necesitamos gobiernos que hagan su trabajo, no que compitan para ver quién tapa mejor los errores del otro.

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